UTILIZACION


Los portátiles tienen un grave inconveniente: Ventilan bastante menos que un ordenador de sobremesa. Es cierto que normalmente están diseñados para soportar una mayor temperatura de funcionamiento y que generan menos calor que un ordenador de sobremesa, pero esto no equipara a ambos tipos de ordenadores. Un ordenador portátil NO está diseñado para estar trabajando ininterrumpidamente durante horas y horas (o incluso días, como es el caso de un ordenador de sobremesa), y si bien es cierto que un buen sistema externo de refrigeración ayuda bastante, también debemos tener en cuenta que la vida útil de nuestro portátil se puede ver reducida.
Otro punto de debilidad proviene de su propia estructura. La pantalla forma parte de la tapa del equipo, lo que hace que esta sea un elemento bastante pesado. Pues bien, con el uso (sobre todo cuando tenemos la costumbre de estar moviendo la pantalla continuamente, como le pasa a más de uno) las bisagras de la tapa cogen holgura, lo que hace que termine por resultar realmente difícil encontrar una postura en la que se mantenga estable. Esto también puede terminar afectando a la misma conexión entre la pantalla y el ordenador en sí.